miércoles, 19 de noviembre de 2008

...8

La noche acabó, y a la mañana siguiente seguía sin saber qué hacer, estaba completamente desubicada, no estaba en mi sitio ni estaba a gusto en ninguna parte... Me preocupaba sentirme así, me estaba deprimiendo, y nadie podía ayudarme porque no iban a ser capaces de entenderme. Sola, completamente sola, eso es lo que sentía.

Me dediqué todos los días hasta noche vieja a ver una serie de anime llamada “La familia crece” y a dar vueltas por el lío que era mi cabeza, lo observaba de lejos como si fuera un bicho, algo contagioso, si me acercaba los únicos hilos que me sostenían en pie como a una marioneta, se romperían.

En noche vieja pedí un único deseo: <>. Esa última noche del año solo me apetecía llorar, desahogarme todo lo que pudiera llorando, hasta que la cabeza me reventara de dolor. Pero la familia que había en casa no me lo permitía, debía aparentar felicida por todos ellos, aunque nadie se preocuparía de todas formas.
El primer día del año no fue mejor, era espantoso el sentirse sola estando rodeada de gente, daba mucho miedo, no sabía cómo solucionarlo, necesitaba tener novio y ya, seguro que la solución era esa...

No hay comentarios: