jueves, 8 de enero de 2009

...14

Esa noche hablaba con Al y no me creía que eso me hubiese pasado a mi.
Pero había algo raro, y es que yo le gustaba a ella, pero no tenía claro que ella me gustase a mí.
Sin embargo el hecho de que fuese la primera chica que me besó, hizo que no me plantease en serio si la quería o no de verdad y que me dejase llevar y fuésemos algo, algo que nunca llegamos a especificar…

A pesar de ser la primera nochevieja con novia no fue nada especial, la cena fue de lo más aburrida. Una noche más con la familia, deseaba estar en todos sitios menos allí, era una forma de empezar un año que no le deseo a nadie.
Después de las 12 pensé en llamar a Alicia, las líneas estaban colapsadas, así que esperé a que me llamara ella. No llamó...
¿Era lo correcto que saliéramos? No lo sé, pero la silueta de la chica confusa me hacía olvidar a Alicia, para ser algo imaginario empezaba a resultarme bastante real. Quería ayudarla a salir de todo lo que estaba pasando ya, que fuera feliz.
Menudo año me esperaba por delante, no podía ni imaginarlo.

Esa noche volví a mi casa antes que mis padres, y decidí ponerme a tocar la guitarra.
Mientras lo hacia se me venían a la cabeza pensamientos sobre la chica de mi sueño, y mientras pensaba en ella me salían solas unas notas que me gustaron, representaban justo lo que sentía por esa chica. Entonces, se me ocurrió ponerle a la canción el nombre de esa chica, pero no tenia ninguno.
Sin saber por qué, se me antojo que por ser una chica tan especial, tan diferente, podría llamarla mi Rosa Negra, Black Rose; y así llame también a la canción, a la cual le puse una dedicatoria, que iría dirigida a mi Rosa Negra, que seria la chica mi sueño, si es que existe de verdad, o a la chica que fuese capaz de hacerme sentir lo mismo que sentir en el sueño de hace unos días…

Los primeros días saliendo con Alicia eran totalmente nuevos para mí, pero había algo que no encajaba, no dejaba de preguntarme si yo la quería o era solo que me hacía ilusión tener novia. No lo sé, intentaba hacer que todo pareciese normal, cosa que no me costó mucho porque nunca he hablado de mis problemas y me lo he guardado todo para mí, así que para todo el mundo todo estaba bien, normal.
Pero en mi interior todo era confusión, ¿cómo podía querer yo a Alicia si no hacía nada más que soñar y pensar en la chica de mis sueños? Eso me hacía sentir culpable, pero era algo que no podía controlar.
Cuando salía con ella, todo era normal, no había amor ni magia por ningún lado, todo era frio, casi mecánico. En ningún momento teníamos intimidad, siempre había alguien a nuestro alrededor, pero nosotros tampoco buscábamos esa intimidad.
Visto desde fuera, se veía claro que esa relación era algo que no tenía futuro, no había ese algo que une a las parejas, y con quien más unido me sentía, era con esa misteriosa chica que no dejaba de visitarme por las noches en mis sueños y a la cual estaba loco por poder ver aunque solo fuese fruto de mi imaginación.