jueves, 7 de octubre de 2010

Las complicaciones de la vida adulta...

¿Quién me lo iba a decir? Después de un año con todo esto parado me han entrado ganas de volver ^^

Bueno, resulta que vengo a contar lo mucho que me gusta mi vida, aunque irónicamente esté más puteada que nunca. No si al final me gustará que me metan caña xD

Resulta que tras la odisea de acabar bachillerato (que poco más y me cuesta la vida y mi cordura), comencé otra odisea pero a otro nivel. Los estudios superiores en un colegio de monjas. ¿Un colegio de monjas tú? Pues sí señoras y señores, de monjas nada más y nada menos... Lo que nadie me había explicado al echar la matrícula era que aquello parece un cuartel de firmes que nos tienen (o al menos eso intentan). Ni los mayores de edad salen del recinto, y para que no nos aburramos en casa las buenas de las profesoras se encargan de llenar nuestro preciado tiempo con miles de trabajo, ¿se lo tendremos que agradecer no?

Desde aquí mando un saludo a las profesoras, que tanto se preocupan por nosotros y nos cubren hasta las orejas con miles de trabajos a corto plazo.

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