martes, 9 de diciembre de 2008

...12

Este año noche buena fue una noche sin nada que destacar, la cabeza volaba hacia otro lugar que no sabía de dónde lo había sacado... Mi familia no paraba de llamarme la atención, pero solo podía imaginar una música suave de fondo, y la silueta de una chica. Podía sentir lo confusa que se sentía, su preocupación, lo deshubicada que se encontraba. Quería ayudarla, pero no tenía claro si se lo estaba imaginando o era real.
Esa misma noche aunque me acosté muy tarde no podía dormir, la chica daba vueltas por mi cabeza, me daba rabia que solo pudiera ver su silueta.
Cuando me dormí tuve un sueño, era uno de los pocos que podía recordar por la mañana, no suelo recordar ninguno.
En el sueño era de noche, la luna era gigantesca, derramaba sus rayos entre las ramas de espeso bosque en el que me encontraba, todo estaba cubierto de niebla. Escuchaba un murmullo de una canción de fondo que me atraía con una fuerza indescriptible, no podía resistirme a su llamada. Corría entre los árboles, desesperado por llegar hasta el murmullo y la persona que murmuraba.
Era ella, la silueta... Su voz era mágica y cálida, me rodeaba y entraba en mí, solo sentía tranquilidad, ese era mi lugar, junto a ella. Me fui acercando poco a poco y ella se giró, sé que sonreía aunque no pudiera verla, la rodeaba la niebla, debía conseguir que no hubiera nada entre nosotros, tenía que tenerla a mi lado, saber quién era... Abrazarla y ayudarla a acabar con sus sufrimientos. Con su murmullo tan dulce iba haciendo que me acercara a ella, parecía que lo deseaba tanto como yo, podía oler su aroma suave a canela. Cada vez estaba más cerca, alargué la mano y pude acariciarle la cara, era tan suave como la seda, nunca hubiera podido imaginarla así. Al dar un paso más casi pude verla, pero desperté.

Me inundaba la rabia, había estado muy cerca, ese sueño había sido espectacular, quería volver justo a ese momento en el que casi pude abrazarla.
Empezaba a sentirme estúpido por estar así sólo por un sueño, debía ser alguna cosa inventada, tenía que serlo, no existe una chica así, es demasiado perfecta.

Un día 28 de diciembre del 2006, ocurrió algo, que aunque parezca una tontería, creo yo que fue el comienzo del gran cambio de mi vida.
Mike y Al llevaban mucho tiempo detrás de mi para que me cortase el pelo, y un día que acompañe a Al a la peluquería, lo hice.
Cambié mi pelo largo, por una melenita que me daba un aspecto más “infantil”.

Pero eso no supuso solo un cambio de imagen, desde ese momento noté en mí cosas diferentes, como si estuviesen dormidas, y que ante la presencia de un inminente cambio en mi vida se hubiesen despertado. Desde ese momento empecé a pensar, o más bien a descubrir, que no era como los demás, que había en mí algo diferente, especial…

Desde ese momento tenía la sensación de no estar nunca solo, de que en lo más profundo de mi ser, había alguien siempre conmigo, alguien que, de alguna forma, podía escucharme continuamente, saber como me sentía en cada momento; pero, ¿era eso posible?
Además de eso, descubrí que tenía una serie de cualidades que hasta ahora no había descubierto. Era capaz de predecir acciones que llevarían a cabo personas de mi entorno antes de que las hicieran.

A parte de todo eso, empecé a sentir en lo mas profundo de mi corazón una tristeza que no había sentido antes, una tristeza y una angustia que jamás había sentido, pero era algo extraño, puesto que no había motivo alguno en mi vida para sentirme así. Era un dolor agudo que no se iba, era algo constante, que no paraba de aumentar y que por más que intentaba no conseguía esquivar.

Unos días después de cortarme el pelo…
- Hola, me suenas de haberte visto en el instituto – me dijo una chica a la que nunca antes había visto, con interés de conocerme obviamente.
- Hola… pues no sé, ¿tú a que instituto vas?- pregunté porque ya tenia curiosidad, tampoco es que yo fuese muy conocido en el instituto.
- Voy al St. Jean- me respondió y puso cara de esperar con ganas que yo cayese en haberla visto o algo.
- Ostias vale, jaja, pero no me suenas de haberte visto por allí.
- Bueno… ¿Cómo te llamas?
- Yo soy Alex, ¿y tú?- vaya, esto si que es casualidad, me corto el pelo y una chica intenta ligar conmigo…

No, si al final mis primos tendrían razón y todo... (Pensé con un tono irónico para mis adentros).

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